viernes, 13 de diciembre de 2013

Conferencia en la Universidad Intercultural Maya




El pasado 10 de diciembre y en el marco de la “Fiesta de las Artes Cha’anil Yits’ail” que se celebró en la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo, tuve el honor de dictar la conferencia “Apreciaciones Estéticas del Arte Maya”. Cuando el director académcio, profesor Ildefonso Palemón me contactó por facebook para invitarme, gustoso acepté e inmediatamente después postergué todos mis compromisos ya que era prioritario cumplir la asignatura pendiente de ir a la Zona Maya para platicar con los universitarios mayas.

Fue una experiencia enriquecedora, entre otras situaciones porque por vez primera en mis conferencias, sentí que los escuchas hacían propia la información transformándola en un reconocimiento silencioso de las sustancias vitales que configuran su existencia; observé cómo se reflejaban en las expresiones de los rostros universitarios las coincidencias, los acuerdos, los recuerdos y las esencias de las historias que les narraron sus abuelos; improntas del bagaje cultural que heredaron de su cultura milenaria. Por mi parte, reconocí una sensación de magia intelectual… el conocimiento se tornó tangible y la palabra fue un vehículo para ingresar a la otredad plasmada en la lapidaria, la cerámica ritual y los murales mayas.


Iniciamos con un recuento del Arte Sacro Olmeca, nos detuvimos un momento en las obras olmecas de Oxtotilán, Juxtlahuaca y la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en para profundizar en uno de los ejes religiosos mayas: el chamanismo. Comentamos cómo las primeras sociedades urbanas olmecas transfiguraron el orden social y diseñaron gobiernos sustentados en los ahauob’, aquellos Señores de la Palabra que se erigieron como hijos espirituales de la divinidad del maíz.

En el sitio de San Lorenzo, hacia el año 900 a. C, sucedió una importante transformación en el tamaño de las mazorcas de maíz, entonces, tanto el orden social, como la alimentación, la economía y la mitología precolombina, experimentaron un cambio radical; algunos mitos de origen paleolítico fueron degradados como el Ave Vucub Caquix y su hijo Zipacná, otros, como los Gemelos Preciosos, subsistieron incorporándose al nuevo orden religioso transfigurándose en hijos de la entidad divina del maíz. 

Lo que aconteció en San Lorenzo en el orden económico-agrícola, transformó las mitogonías precolombinas a la par que a sus economías dando como resultado un excedente de producción que provocó la especialización, la jerarquización, la constitución de las dinastías y la aparición de excelsos artistas quienes nos legaron las expresiones plásticas de dicha transfiguración social y religiosa.

Los mayas históricos heredaron ese corpus ideológico y lo sublimaron. También, hacia el año 900 a. C. y en Paso de la Amada, Guatemala, ya existían asentamientos de origen olmeca-maya y hacia el 700 a. C, en las profundidades de la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en, Quintana Roo, chamanes olmecas esculpieron la representación de una Serpiente Emplumada Descendente y rituales de chamanes evocando a sus wayob’ (coesencias o naguales). Hacia el año 600 a. C. la cultura Mocaya en Izapa, nos legó un conjunto de excelsas estelas que narran los pasajes mitológicos de origen olmeca que subsistieron hasta el Popol Vuh. Platicamos que en el año 300 a. C. y en la ciudad maya conocida como El Mirador, se edificó la gigantesca Montaña Mágica que nombramos “La Danta” y que supera en 600 mil metros cúbicos a la pirámide de Keops, en Egipto. Aquel periodo histórico se le conoce como Preclásico o Formativo, pero me pregunto: ¿Formativo de qué…? Esa es una errónea y limitada nominación ya que aquellos pueblos mayas construyeron las pirámides más grandes de su historia y el orden y concierto de las ciudades de Nakbé o El Mirador no significaba un periodo “pre-algo” sino configuraban una civilización en todo el sentido de la palabra.

En aquellos soles, la escritura comenzaba a difundirse de manera extensiva entre las dinastías y en San Bartolo, Guatemala, apareció el texto jeroglífico más antiguo de los mayas hasta ahora encontrado; en esa ciudad, William Saturno descubrió los famosos murales de San Bartolo, platicamos profusamente de ellos durante la conferencia, notamos que los murales tienen movimiento y la iconografía no es únicamente simbólica, sino que cumplía la función de ser empática con la realidad religiosa de los primeros mayas que heredaron de los olmecas una religión chamánica.

Recapitulamos del Mito de la Creación y leímos los textos jeroglíficos del Vaso de los 7 Dioses, dimos una lectura a la iconografía de la Estela 5 de Izapa que también narra el momento de la Creación y luego discurrimos en la cerámica ritual. Fue entonces cuando acentuamos que los mayas son cósmicos por su relación simbiótica con los engranajes celestes mas no por venir de otro mundo o ser instruidos por extraterrestres como los escritores de ficción histórica afirman sin sustento, así nada más, porque ellos lo creen… nuestro viaje hacia le Arte Sacro Maya se fundamentó en la lectura de los textos jeroglíficos y en los antecedentes arqueológicos.

También recorrimos su cotidiano y apreciamos algunas imágenes en cerámica que dan cuenta de las borracheras rituales con Chih’ (una bebida a base de maíz y cacao fresco fermentados), conocimos al la divinidad de la fiesta llamada Ah Kan y vimos algunos pasajes de la vida cotidiana de las cortes mayas. Concluimos con un video en el que escuchamos cómo suena el Tambor de Cuerda Maya “Ik B’alam” que fue reconstruido por el maestro laudero René Lemus en Cancún que presenté el año pasado en el Festival Internacional de Percusiones de Longueuil, Canadá y que fue dedicado al Mundo Maya; fue el festival más importante a nivel mundial dedicado al final de un ciclo de la Cuenta Larga; asistieron 200 mil personas en 5 días.

Maestro Martiniano Pérez en el Festival de Percusiones de Longueuil, Canadá, julio de 2012

Precisamente en Longueuil, tuve el gusto de conocer al maestro Martiniano Pérez con quien descubrí una gran empatía y compartimos escenario representando a México, de pronto, lo ubiqué sonriente entre los asistentes a la conferencia en la Universidad Intercultural Maya. La antropóloga Ligia Zuncette y el maetro poeta, premio Nezahualcóyotl, Wildenain Villegas, me atendieron con holgada calidez y fue muy grato reconocer coincidencias y búsquedas con ellos. Igualmente celebré reencontrarme con el incansable promotor cultural Guillermo Talavera y con la actriz Mirelle Anaya quienes ahora participan en diversos programas de la universidad.

Comí con algunos profesores, coincidimos en intenciones delante a un delicioso escabeche de venado. Después tuve una reunión con otros profesores de la Universidad Intercultural Maya, exploramos algunos senderos de colaboración y ya por la tarde, regresé a la costa con prospectivas, ecos y resonancias.

En los jardines de la universidad, los estudiantes han colocado letreros con frases que dignifican la profundidad del idioma maya, uno de ellos versa: “Le Maaya T’aano’ U Puksi’lk’al Kuxkiintik Le Ak Miatsilo” y puede traducirse como “El idioma maya revive en mi corazón a la cultura”, precisamente eso acontece en los salones y en los espacios comunes de la Universidad Intercultural Maya.

Agradezco la oportunidad que se me ha brindado para compartir los resultados de años de investigación así como presentar el contenido mitológico de El Relato de Xibalbá que develé al inicio de este año en la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en. Mi mano y voluntad siempre extendidas y dispuestas a colaborar con los universitarios mayas y con la difusión de la riqueza cultural maya. Hun Bootik.  


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