martes, 24 de diciembre de 2013

Los Olmecas de Quintana Roo




Sus rostros denotan orígenes asiáticos y negroides, fundaron los primeros centros urbanos de Mesoamérica, tallaron al jade de manera exquisita, su lapidaria monumental nos ofrece enigmáticos escenarios mitológicos y, aunque en su estudio existen más incógnitas que respuestas, es considerada por algunos investigadores como la Cultura Madre de las Civilizaciones Mesoaméricanas.

Encontramos vestigios de ocupación olmeca desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico y desde el Altiplano hasta El Salvador; sin embargo la Península de Yucatán había sido relegada del concierto olmeca, acaso una máscara de jade ubicada en la Isla de Cozumel pudiera ofrecer indicios de una presencia olmeca anterior a la Civilización Maya, pero carecíamos de una prueba sólida de ocupación olmeca en Quintana Roo.

En 1997 y por recomendación de Jennifer Mathews y Julie Bell, el Dr. Dominique Rissolo visitó la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en, ubicada en Kantunilkín, Quintana Roo y realizó un estudio fotográfico de los petrograbados, recolectó y clasificó 105 tiestos de los cuales 3 pertenecen a la variedad “Axiote Unslipped: Sabán” lo que determina una temprana ocupación hacia el 700 a. C., es decir, contemporánea a los grandes centros urbanos olmecas.

En enero de 2013, recibí la invitación de un apreciado colega periodista y de mis amigos mayas para estudiar los petroglifos de la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en. Al igual que el Dr. Rissolo, iluminamos con potentes luces inorgánicas y como él, observamos únicamente algunos rostros y confusas incisiones que formaban grecas y máscaras. 

Al encontrarnos con imágenes aplanadas por los flashes, reflexioné que en la antigüedad nuestros mayores iluminaban con teas, antorchas o candelas y decidí observar los petrograbados tal y como lo hicieron sus creadores; en una subsecuente visita llevé velas e iluminé con las luces que producen sombras danzantes, entonces, mágicamente se develó la totalidad de los petrograbados y apareció un Relato Mitológico Olmeca compuesto por 5 escenas, cuatro en el muro y una en el costado derecho de una Piedra de Poder situada enfrente de un pequeño cenote.

Gracias a la gentileza de Don Jorge Cab’ --propietario del terreno donde se ubica la sagrada oquedad--, durante 10 meses visité con regularidad la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en y, después de largos periodos de observación y búsqueda iconográfica, hoy podemos leer con certeza el contenido cosmogónico de un pueblo de origen olmeca que heredó a los habitantes mayas de Kantunilkín un imaginario religioso que perduró al menos 900 años, según los resultados que arroja el estudio de cerámica del Dr. Rissolo.

He dictado conferencias sobre éste tema en universidades de México y Canadá, he intercambiado información con académicos de ambas naciones, tuve el privilegio de platicar con los universitarios mayas de la Universidad Intercultural Maya y estoy concluyendo un ensayo de largo aliento sobre El Relato de Xibalbá. El sendero de investigación me ha conducido a estudiar con rigor la literatura arqueológica dedicada a los pueblos olmecas y delante a las sorprendentes conclusiones, considero de suma importancia dar a conocer al Gran Público los pormenores de mi investigación.

Durante 14 años y con absoluta libertad de expresión, el periódico Por Esto! me ha ofrecido un invaluable canal de comunicación con los habitantes del Caribe de México y singularmente con las comunidades mayas, en agradecimiento, a partir del día de hoy, en ésta sección cultural e indistintamente --los miércoles y/o los domingos-- publicaré una serie de artículos relacionados a la Civilización Olmeca para contextualizar El Relato de Xibalbá y la presencia olmeca en Quintana Roo.

En próximos artículos trataremos el origen de los pueblos olmecas, revalorizaremos --cuestionándolo—el concepto de Civilización Madre y también al mal llamado Periodo Formativo o Preclásico. Atenderemos los recientes estudios epigráficos de Alfonso Lacadena sobre los escasos textos olmecas y daremos cuenta de los recientes descubrimientos de Chalcatzingo y El Manatí; ofreceré pasajes de una novedosa teoría que estoy desarrollando sobre el origen africano de algunos pueblos olmecas que estuvieron relacionados con las primeras ciudades del Continente Americano: Chavin y San Agustín situadas respectivamente en Perú y Colombia; estudiaremos la temporalidad de los centros urbanos olmecas y ubicaremos los conceptos de “Cultura, Chamanismo, Arte Sacro, Arquitectura Sagrada, Religión y Estilo Olmeca”; recapitularemos las investigaciones arqueológicas desde los históricos Alfonso Caso, Piña Chan y Richard Diehl hasta las recientes excavaciones de Roberto Lunagómez, John Clark, Carmen Rodríguez, Ponciano Ortiz y Michael Love. 

Daremos puntual atención a los extraordinarios estudios sobre el chamanismo de Peter T. Furst y, en contraparte, analizaremos la metafórica hipótesis de la “nahuatlidad” de Christian Duverger que tanta animadversión a creado entre los lingüistas aunque recontextualizada en el ámbito cultural, ofrece interesantes luces. Algunos de éstos tópicos forman parte de las investigaciones relacionadas con El Relato de Xibalbá, otros han surgido de manera adyacente pero son significativos y por ello los he incluido en las próximas reseñas olmecas.

Queridas lectoras, estimados lectores, cordialmente los invito a que realicemos un viaje hacia el Origen de lo Primero. Con la finalidad de que éste ejercicio de reconocimiento de nuestras sustancias históricas sea de ida y vuelta, estaré pendiente de sus comentarios, críticas y observaciones tanto en mi Blog como en facebook. Deconstruyamos juntos lo que nos pertenece a todos por igual.

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